La historia de Alzira entre dos discursos

Hace un mes que el Gobierno Valenciano asumió la gestión del Departamento de Salud de La Ribera. Tras casi 20 años de gestión privada, desde el pasado 1 de abril, La Ribera ha iniciado una nueva etapa de gestión pública directa. Muchas conclusiones podemos sacar de toda esta situación. Las iré presentando en futuras entradas en este blog.

La primera reflexión que me gustaría hacer es que el modelo de colaboración público privado en el sector sanitario, siempre, se llamará Modelo Alzira. Fue en esta localidad donde nació el proyecto y adquirió todo su sentido como experiencia exitosa en la suma de esfuerzos, experiencias, tecnología, etc. entre el sector privado y la Administración Pública para dar una sanidad de excelencia, cercana y sostenible a los ciudadanos.

Se construyó un gran hospital (muchos años prometido, pero nunca ejecutado) en 18 meses, se desarrolló un modelo de gestión pionero, con iniciativas innovadoras, vanguardistas, transformadoras, que ha demostrado que se pueden introducir reformas en la sanidad pública. Me gustaría recordar que Alzira fue el primer hospital público en España con historia clínica electrónica, fue un departamento de salud pionero en la integración entre atención primaria y hospitalaria, el primero en introducir un sistema de incentivos o un plan de igualdad. También es único por haber recibido visitas institucionales de más de 100 países de los cinco continentes, o ser un case study en la Universidad de Harvard.

En segundo lugar, el Modelo Alzira también pasará a la historia porque ha sido el Gobierno Valenciano el que ha tenido la última palabra sobre la extensión o no del contrato, demostrando que teníamos razón los que defendíamos que éste es un modelo en el que el gobierno tiene siempre la máxima responsabilidad y decisión final en todo. No es la privatización de un servicio público como siempre se nos quiso acusar. Pues bien, el gobierno decidió no extender el contrato sin tener en cuenta la eficiencia y los resultados del modelo de salud, los altos niveles de satisfacción de los pacientes, las listas de espera o la excelencia en la calidad asistencial.

Desgraciadamente, la lealtad institucional, -base de la colaboración público privada-, no ha existido. No se ha reconocido el trabajo bien hecho, el buen hacer de los profesionales, ni la apuesta por la innovación. Se ha impuesto el prejuicio al juicio. Se ha demonizado al sector privado con eslóganes de 140 caracteres.

Una concesión no es para toda la vida, el gobierno tiene que tomar una decisión al respecto. El problema con Alzira ha residido en que esta decisión se ha adoptado sin tener en cuenta la objetividad y la valoración de los resultados; y eso, es muy preocupante y lamentable. Sobre todo, porque ello va a suponer un perjuicio para los ciudadanos y para los profesionales. Y, por mucho que lo intente, la propaganda no podrá tapar que se vea ese deterioro. Al tiempo.

No quiero extenderme mucho más en esta entrada pero, antes de poner punto final, me gustaría compartir con vosotros tanto la carta de despedida que envié a los profesionales, así como el discurso que hice el día de la inauguración oficial del Hospital Universitario de La Ribera, el 9 de febrero de 1999. Con estas mismas palabras y con el sentimiento del deber cumplido cierro una etapa; y afronto con ilusión los distintos proyectos en los que estamos embarcados. Eso sí, con la mirada puesta en aquellos lugares que apuestan por la innovación y el progreso; y tienen como pilar fundamental el compromiso y la confianza entre las instituciones.


Queridos/as compañeros/as,

En apenas dos días se cierra una importante etapa para el Departamento de Salud de La Ribera. Quiero agradeceros a cada uno de vosotros todo el tiempo, trabajo y dedicación que habéis empleado en atender y cuidar la salud de los habitantes de La Ribera. Por eso, me vais a permitir que en estas líneas intente transmitiros lo orgulloso que estoy de haber formado parte de este equipo humano.

De vosotros es, sin duda, todo el mérito de los excelentes resultados de salud obtenidos todos estos años, con cada paciente, en cada situación. Vuestro es el éxito del Hospital Universitario de La Ribera y su Departamento de Salud, que se ha convertido en el alma de la comarca. De nada más que de vuestro trabajo es el éxito de un modelo de gestión con el que ya hemos hecho Historia: por la calidad del servicio prestado, por la rápida y eficiente atención a los pacientes, por la introducción de nuevas tecnologías pioneras en España, porque habéis sido precursores en técnicas y procedimientos que han mejorado, y mucho, la calidad de la vida de las personas. Porque en definitiva, los pacientes y sus familias son, y han sido siempre, el centro de nuestro trabajo, de nuestras preocupaciones y desvelos. Y en esa actitud y vocación está, sin duda, la clave de vuestro éxito, que ha sido el éxito de La Ribera.

Hemos superado juntos grandes retos. No es fácil ser el primero y marcar un camino que recorrerá la sanidad del futuro. Primer hospital público de gestión privada, primero con historia clínica electrónica, ser un hospital comarcal con especialidades y unidades de referencia únicas en la Comunidad Valenciana, primer departamento con integración de atención primaria, el primero en implantar un plan de igualdad, el único que ha recibido visitas de los cinco continentes y que se estudia cómo caso de éxito en la Universidad de Harvard.

También quiero pediros perdón por los errores que haya podido cometer y, por supuesto, asumo toda la responsabilidad si consideráis que en algo os he fallado o no he sabido estar a la altura de vuestras expectativas. Mi intención siempre ha sido y es, consolidar y potenciar el mejor equipo humano que ofrezca la mejor atención sanitaria a los ciudadanos.

Hoy, los nombres de Alzira y de La Ribera forman parte de la Historia, sí, con mayúsculas, referente de la sanidad española y del resto del mundo. No dudéis que seguiré llevando el nombre de Alzira con orgullo por todo lo hecho y conseguido durante estos 20 años. Porque aún sin el modelo de gestión, Alzira siempre seréis vosotros y vuestro impecable trabajo. El futuro de La Ribera está en vuestras manos y sé que seguiréis liderando y siendo referentes en el sistema sanitario.


¡Mil millones de gracias, Alzira!, ¡Por todo!

Este fue el discurso que hice el día de la inauguración oficial del Hospital Universitario de La Ribera, el 9 de febrero de 1999, y con estas mismas palabras quiero agradecerte todo tu compromiso, profesionalidad y cercanía por lo que hemos logrado juntos.

Buenos días a todos,

Quiero darles la bienvenida en nombre de todos los que han hecho posible que este proyecto se convierta hoy en una realidad. Hoy inauguramos el hospital público número 26 de la Comunidad Valenciana. Eso no sería posible sin el esfuerzo de trabajadores, proveedores y profesionales en general, que han luchado para que este hospital salga adelante, demostrando una vez más que el equipo humano es el elemento más importante de una organización.

El Hospital de la Ribera es un hospital donde la sociedad civil colabora con las instituciones en la prestación de un servicio público mejor para todos. Quiero resaltar el esfuerzo de la Conselleria de Sanitat y de todas las demás instituciones de la Generalitat Valenciana que han colaborado estrechamente al servicio de una sanidad mejor para todos, y que han hecho realidad el sueño de tener un hospital en la comarca de La Ribera.

El Hospital de la Ribera ha nacido con el único objetivo de responder a las necesidades de una comarca que llevaba tiempo reclamando un hospital de estas características. Somos conscientes que estamos comprometidos con más de 230.000 habitantes de 29 poblaciones que integran el área de salud 10, los cuales van a recibir una asistencia sanitaria de calidad sin tener que desplazarse a Valencia. Para ello, se ha utilizado un modelo de hospital basado en una forma de gestión de la sanidad pública distinta. Es una experiencia innovadora, una apuesta importante, que ofrecerá servicios como los de ningún otro hospital en España y de una manera pública, gratuita y universal.

Con el Hospital de la Ribera se desarrolla una nueva concepción de la asistencia sanitaria, ya que hemos introducido los conceptos más importantes de la sanidad del próximo siglo y que son, a nuestro entender, la humanización de la asistencia y la máxima tecnología. Confiamos en la alta motivación del personal y apostamos por una formación continua en la atención al paciente. Por ello, hemos hecho un hospital donde la atención personalizada se reduce en tratar a las personas como lo que son, respetando así sus necesidades personales. Esto queda reflejado, por ejemplo, en detalles como la habitación individual o la libre elección de centro y médico.

También sabemos que estamos en un sector con grandes adelantos técnicos. El hospital ha apostado por ello, dotándose con la tecnología más avanzada del momento para que los ciudadanos puedan recibir su asistencia sin demoras de tiempo. En el Hospital de la Ribera se han invertido más de 10.000 millones de pesetas, de manera que contamos con servicios propios de un hospital de referencia. Por ejemplo, la resonancia magnética o el acelerador lineal demuestran que estamos ante un hospital mucho más importante que un hospital comarcal. Además, en el hospital de la Ribera, al tratarse de un centro nuevo, es posible aplicar sistemas de información nuevos también. Gracias a un sistema informático profundamente novedoso, todo el hospital puede acceder al sistema y estar en conexión con los médicos de atención primaria, lo cual va a suponer para el paciente una mejora en la calidad asistencial. Esta coordinación en la asistencia primaria es fundamental para el buen funcionamiento del centro.

En este sentido, el Hospital de la Ribera es el primer hospital de España que cuenta con la historia clínica informatizada, que permite al facultativo disponer de toda la información sobre el historial clínico de su paciente en el mismo momento en que se está produciendo, incluyendo las imágenes radiológicas y las analíticas realizadas en el hospital. Esto facilitará la gestión y consulta entre diferentes especialistas, así como establecer programas de prevención de la salud a medio y largo plazo.

El Hospital de la Ribera es hoy una referencia dentro de todo el sistema sanitario español, y las casi 800 personas que formamos la plantilla del hospital estamos dispuestas a asumir el reto. Vamos a demostrar que el modelo del Hospital de la Ribera es viable desde el punto de vista asistencial y sanitario. Y nos anima el balance de este primer mes de funcionamiento del hospital durante el cual hemos visto nacer a 63 niños, se han realizado 234 intervenciones quirúrgicas y hemos atendido 7.500 urgencias.

Sin embargo, es el paciente, con su libertad de elección, quien tiene en sus manos el futuro del Hospital de la Ribera. Sólo si el paciente está satisfecho el hospital tendrá garantizada su continuidad, y hacia esta continuidad va a ir encaminados nuestros esfuerzos.

Para ­finalizar, quiero expresarles mi orgullo como valenciano de estar en un proyecto valenciano, gestionado por valencianos y al servicio de todos los valencianos. Muchas gracias.

Deja un comentario