Es necesario recuperar la memoria colectiva y destacar los grandes momentos de cambio, reforma o reflexión sobre nuestro modelo de bienestar que se han producido en nuestra etapa democrática. Y hoy parece extraño el rememorar que, muchos de ellos, se hicieron por consenso o amplísima mayoría de los partidos democráticos representada en el Congreso de los Diputados. La Constitución Española, el Informe Abril, el Pacto de Toledo sobre las pensiones, la Ley 15/97 sobre nuevas fórmulas de gestión, han ido definiendo primero, y concretando después, nuestro modelo de bienestar.
Hoy quiero recordar brevemente el llamado Informe Abril que, planteado por el CDS del recientemente fallecido Adolfo Suárez, fue aprobado por unanimidad en el Parlamento y estudió propuestas para la reforma y sostenibilidad del sistema sanitario público en el año 1991. Una de sus primeras propuestas fue la separación entre la financiación y la provisión de los servicios en nuestro Sistema Nacional de Salud.
Esta propuesta ya estaba siendo recogida en alguna Comunidad Autónoma, como Cataluña, y sirvió para inspirar el nacimiento y desarrollo posterior de las empresas públicas, fundaciones y concesiones administrativas (modelo PFI y modelo PPP-Alzira) por todo el territorio nacional, independientemente del color político de los gobernantes de turno.
Es increíble que hoy, casi 25 años después, habiéndose cumplido las advertencias de la falta de sostenibilidad del sistema sanitario público, haya profesionales y gestores de la sanidad que defiendan un sistema gestionado y financiado 100% públicamente. Algo se habrá hecho mal, algo se estará explicando mal, cuando el retroceso en el debate intelectual es de casi 25 años y en todos los países de nuestro entorno europeo se ha avanzado en un cambio de modelo y en la introducción de nuevas fórmulas de gestión, lo cual va a hacer que aumente nuestra distancia en la convergencia con el desarrollo económico y social de nuestros principales socios de Europa. Y esto que afirmo no es algo nuevo, ni soy el único que lo denuncia.
Quiero traer aquí el artículo de José Santos “Mal de ojo con fecha de caducidad” que, con mucha más brillantez que yo, recoge y explica muchas circunstancias alrededor del Informe Abril. En esta época en la que ya empieza a anunciarse copagos y aumentos en la presión fiscal, en la que tribunales de la UE echan atrás medidas tan injustas como el céntimo sanitario, los que luchamos por la profesionalización y desburocratización de nuestra sanidad pública tenemos que reivindicar hoy, más que nunca, el Informe Abril.
Si hay que volver a la casilla de salida, hagámoslo con el único informe que aglutinó la unanimidad del Parlamento Español aunque nunca se quisiera aplicar por la contundencia y claridad de sus conclusiones. Y, mientras lo discutimos, la deuda pública española superará el 100% del PIB por primera vez en nuestra historia…