Hace unas semanas estuve en México participando en el Foro Económico Mundial sobre América Latina. Gracias a esta invitación, he tenido la oportunidad de conocer de primera mano los objetivos, las iniciativas y las ilusiones de un continente que está en ebullición más que en evolución. Una Colombia que se enfrenta al apasionante reto de un país en paz y centrado en el progreso. Un México que está inmerso en importantes reformas para un gran salto adelante en su desarrollo económico y social. Incluso una Cuba que comienza una etapa post-bloqueo y en el que se concentran muchas miradas y expectativas. Estos son tan sólo tres ejemplos de los muchos que podría nombrar.