El pasado viernes me entrevistaron en la Cadena Ser Amadeo Salvador y Arturo Blay, con quienes conversé sobre la importancia de las estrategias globales a la hora de afrontar crisis sanitarias como la del COVID19, cómo esta emergencia global ha demostrado la necesidad de apostar por lo digital y la trascendencia de acometer una reindustrialización urgente en nuestro país. Como recuerdo en esta entrevista y en declaraciones parecidas que hice en el diario Levante-EMV y en varias de las entradas a mi blog, esta pandemia mundial nos ha permitido demostrar que podemos hacer mucho, y muy bien, sin estar físicamente presentes. Y también que no tener recursos para producir en nuestro país todo el material necesario, en un momento de crisis como el que hemos vivido, nos ha perjudicado. Dos áreas como la industrialización y la investigación no deberíamos dejarlas completamente en manos de otros países y así tener siempre recursos propios, en el caso de que sea necesario.
– Periodista: ¿Qué es lo primero que le viene a la mente tras conocer ya que en la Comunidad Valenciana alcanzamos desgraciadamente los 1.000 fallecidos por el COVID?
– Nos estamos enfrentando a la primera pandemia del siglo XXI. Y desgraciadamente, espero que saquemos aprendizajes y consecuencias de cara al futuro de esta enfermedad nueva y de todo el reto que estamos afrontando. Pero desde luego vivimos una tragedia y un drama.
– ¿Que Alemania invierta tres veces más en sanidad que España tiene que ver para que en ese país les afecte menos que aquí?
– Hay que sacar muchas conclusiones. De entrada, está afectando más al hemisferio norte que al o sur. A mí me preocupa muchísimo lo que va a pasar en los países menos desarrollados cuando llegue el invierno austral. Y esta semana hemos tenido desde Ribera Salud y en colaboración con el Banco Mundial, la oportunidad de explicar a 150 instituciones gubernamentales, públicas y privadas, la experiencia que hemos tenido de hacer frente a esta situación. Porque desde el punto de vista de solidaridad y de compartir conocimiento, nos damos cuenta de que esta es una epidemia global y tenemos que dar respuestas globales y compartir experiencias. En estos momentos Europa se ha convertido en el epicentro de esta pandemia. Y más o menos se han ido tomando algunas decisiones en común. Lo cual creo que es muy importante: crear este tipo de organismos y de estrategias comunes.
Y hay algunos países que han ido más por el tema de hacer test masivos desde el principio. Con lo cual hay números que no cuadran, que tienen muchos casos pero muy baja mortalidad. En España, posiblemente, tendremos más casos de los que oficialmente reconocemos, justamente por la falta de haber hecho test masivos. Algo que ahora se está intentando corregir.
– ¿No hemos tenido avisos en la historia reciente? ¿No ha habido precedentes que nos pudieran hacer sospechar que esto podía llegar?
– Ha habido otros casos de avisos de la Organización Mundial de la Salud con el SARS, y otros casos que sí pudieron pararse. Porque el virus del que estábamos hablando no tenía las características de éste. Yo diría que es un virus que se contagia con bastante facilidad. Y eso es algo que posiblemente no se sabía o no se podía prever en el inicio de la enfermedad. Solamente China, que fue el origen, lo pudo contener gracias al aislamiento de toda la región de Wuhan.
Pero se ha extendido muy rápidamente porque tiene un fácil contagio. Y también tiene alguna peculiaridad en cuanto a su desarrollo, que es que no hay unos parámetros normales o por lo menos hasta el día de hoy no se conocen. Y afectan de un modo muy distinto a personas que en principio podrían parecer que tienen condiciones físicas parecidas. Pero a algunos les afecta mucho más fuerte que a otros. Y nos encontramos con casos de gente joven que tienen una afectación muy grande. Y en niños que prácticamente no hay afectación. Se ha concentrado en la gente adulta.
En nuestro caso, por ejemplo, sabe que estamos en cuatro comunidades autónomas. Hemos visto que la mortalidad de toda la gente que ha fallecido en nuestros hospitales, el 90% es mayor de 70 años. Y por ejemplo, el 75% son hombres, que eso también es algo que hay que estudiar.
«SE DEFIENDE A LA SANIDAD PÚBLICA ESCUCHANDO MÁS A LOS TÉCNICOS Y EXPERTOS. Y CON DECISIONES ÁGILES. NO CON POPULISMOS, ESLÓGANES Y FRASES HECHAS»
– ¿Hay que fortalecer la industria nacional para que no falte material?
– En un artículo que escribí hace unos días, comentaba que una de las lecciones que debemos sacar es que hay que reforzar los organismos globales. Está claro que el virus ha demostrado que no entiende ni de regiones, ni de fronteras, ni de ideologías. Si le queremos dar una respuesta eficaz, tiene que ser global. Y coordinar las estrategias de los países y, fundamentalmente, los europeos, es muy importante. Pero también hay que pensar cara al futuro. Por ejemplo, hay que apostar más por lo digital. Ahora estamos probando cómo podemos estar en comunicación las organizaciones sin tener presencia física. Y puede ser un buen aprendizaje el apostar por lo digital.
En cuanto a la reindustrialización, nos hemos dado cuenta que no tener soluciones en el país, en un momento de crisis como la que hemos vivido, nos ha dejado indefensos en algunos momentos para la obtención de material imprescindible para garantizar la seguridad de nuestros profesionales y de los ciudadanos. Con lo cual, esta economía de servicios que hemos desarrollado quizá ha demostrado en esta situación de crisis, que debe ser reformulada en favor de la industrialización.
Y un tercer tema que me parece muy importante: si queremos ser un país líder, hay que apostar por la investigación. Y no estar dependiendo de terceros, sino tener suficiente autonomía. Esas serían las tres lecciones que creo que hay que sacar hacia el futuro.
«SANIDAD PÚBLICA Y PRIVADA HEMOS DEMOSTRADO PODER TRABAJAR JUNTAS»
– ¿Qué reflexiones hace sobre las declaraciones que se están escuchando en torno a la sanidad pública?
– Me siento gestor de la sanidad pública y creo que hay que tomársela muy en serio. Y me gustaría que la gente que hace titulares sobre la sanidad pública sin saber realmente cómo funciona, por una vez se pensara más en expertos y técnicos. Y menos en eslóganes, populismos y frases hechas. Tenemos una sanidad pública en España potente porque tiene unos grandes profesionales, que son los verdaderos protagonistas de esta historia. Y dentro de la sanidad pública, que tanto valoramos ahora que llega una crisis, lo que podemos y debemos discutir es cómo puede ser más eficaz. Creo que hemos demostrado que hay que ser muy ágiles y buscar fórmulas muy flexibles para podernos enfrentar a una crisis.
Y si queremos tener la fuerza suficiente dentro del mundo sanitario para hacer frente a estas situaciones y hacer frente a los retos del siglo XXI, no hay que olvidar el del envejecimiento ni el de la cronicidad. Y aprender a sumar… Sumar recursos de la Administración, del Estado, del Gobierno y privados. Y no hay que tener miedo a darnos cuenta que en estos momentos estamos todos juntos. La sanidad pública gestionada por el Gobierno, la gestionada por empresas como la nuestra y la sanidad privada, trabajando todos de la mano. Y es un gran ejemplo cara al futuro. El de que podemos trabajar juntos con un objetivo, que es dar el mejor servicio a los ciudadanos.
– ¿Cree que se ha sacado partido a todos los elementos que dispone la sanidad privada?
– Depende de la situación. Por ejemplo, en Madrid y Cataluña, donde la crisis ha sido más profunda, ha habido un mando único, denominado “Plan 102”, en el que se contaban exactamente igual recursos públicos que privados, o los público-privados, que somos nosotros. Porque hubo una necesidad urgente de hacerlo. En el sistema catalán, en el que históricamente trabajan muy en común los sectores público y concertado, no ha habido ningún problema y se ha trabajado conjuntamente. En la C. Valenciana se planteó la necesidad de este trabajo conjunto. Pero afortunadamente no ha habido un desbordamiento, como temimos muchos gestores. Y no ha habido la intensidad de esta colaboración con el sector privado, que se pudo pensar.
Lo valoro en positivo porque no ha hecho falta. Pero hay que agradecer y reconocer que todas las clínicas privadas han estado a las órdenes de la Consellería de Sanidad.
«LOS TEST MASIVOS SON FUNDAMENTALES. CUANDO ESTEMOS SENTADOS UNOS AL LADO DE OTROS, HAY QUE SABER QUIÉNES HAN PASADO LA ENFERMEDAD Y QUIÉNES NO PARA HACER VIDA NORMAL»
– ¿Cómo valora el hecho de que muchas personas hayan dejado de ir a las consulta de AP, o que se automediquen, o que las Urgencias estén bastante despejadas…?
– En todos nuestros centros de la C. Valenciana estamos haciendo muchas consultas virtuales de otras especialidades. Hay mucha gente que ha preferido quedarse en el domicilio por seguir las recomendaciones y porque no han querido correr el riesgo de contagiarse y han preferido no acudir al hospital. Pero eso no significa que no haya herramientas. Por eso le he dicho que hay que apostar por lo digital. Nosotros desarrollamos un portal de salud que se llama “Yo Salud”. Y nos ha resultado impresionante cómo ha aumentado su uso por nuestros ciudadanos para tener contacto directo con los profesionales del hospital y Primaria, con un aumento del 900% en este mes.
«NUESTRO PORTAL VIRTUAL «YO SALUD» HA SUBIDO UN 900% SU ACTIVIDAD EN UN MES»
Lo que antes eran 100 consultas, ahora se han multiplicado por 9. Con lo cual, un aprendizaje es que, evidentemente, hay enfermedades graves en las que por supuesto hay que ir a Urgencias. Pero para una comunicación de enfermedades crónicas no es imprescindible acudir al médico, aunque sí estar en contacto con él. Y tenemos que potenciar fórmulas como la digitalización.
– España tiene mucha fibra óptica, pero la digitalización es más que eso, ¿verdad?
– Son debates que surgen en los últimos años. Ver cómo podemos mejorar la comunicación ciudadano-paciente, no solamente con la visita física que es fundamental. Pero también con casos como la hipertensión, poder enviar al médico “Oye, no me encuentro muy bien pero me he tomado la tensión, tengo estos datos” y que el médico te conteste… Tenemos que fomentar esa cercanía de la comunicación y que podamos estar más en contacto.
Es otro reto que esta crisis está poniendo encima de la mesa. Y ahora cuando anunciaban los datos, me acordaba de algo fundamental: la necesaria relación entre el sector hospitalario y el sanitario en general con el sector social. Llevamos años hablando del espacio sociosanitario. Y quizás esta crisis nos ha hecho ver que hemos concentrado quizá toda la atención en el sector sanitario y sobre todo en cómo reforzar los hospitales para responder esta crisis. Y se se ha dejado un poco atrás la atención en residencias. Desgraciadamente estamos viendo datos que son trágicos. Pero es el momento de reflexionar sobre esa idea del espacio sociosanitario.
– ¿Puede haber un colapso al acabar la crisis de todo lo que ahora no se está tratando?
– Nosotros ya estamos empezando a ver cómo nos ponemos de marcha de nuevo. Porque ya superamos esta fase crítica en la que era difícil de prever lo que iba a pasar la semana siguiente, teníamos que estar preparados para lo peor y hemos estado concentrados en el día a día.
Ahora que ya no estamos tan absolutamente obsesionados con esto, tenemos que ir pensando en el día pos-crisis. Y estamos trabajando con un concepto que es muy importante: el de trabajar con la máxima seguridad para nuestros profesionales y con la máxima seguridad para los pacientes. Porque tenemos que avanzar. Y eso algo que también estoy insistiendo muchas veces: en hacer los test masivos. Porque cuando estemos sentados ciudadanos unos al lado de otros, tenemos que saber quiénes son asintomáticos y quiénes han pasado la enfermedad para intentar llevar la vida lo más normal posible. Por eso hay que insistir una y mil veces en hacer los test masivos.
Este es el enlace al audio completo de la entrevista en la Cadena Ser, por si os parece interesante: https://cadenaser.com/emisora/2020/04/17/radio_valencia/1587126029_909395.html