He leído una noticia que me ha preocupado mucho y que quiero comentar en el blog. Bajo el titular “España se queda fuera de la élite en eficiencia sanitaria”, la información llama la atención sobre el empeoramiento de la posición de nuestro país en cuanto al nivel y evolución de los datos de gestión.
Es verdad que se puede discutir sobre si estos rankings recogen bien todos los datos que se evalúan, o si estos valores son fundamentales para medir o habría que medir otros. Como siempre, todo es susceptible de discusión. Pero a mí me llama la atención dos hechos. En primer lugar, en lo que al menos estaremos todos de acuerdo, es que si se recogen los mismos datos todos los años podemos analizar la evolución histórica y prever una tendencia. En segundo lugar, me sorprende el poco eco que esta información ha tenido en los medios de comunicación y, sobre todo, en la sociedad, que debería estar más sensibilizada al leer estos datos.
Siempre digo que de los cuatro pilares de la sociedad de bienestar (educación, sanidad, pensiones y desempleo), dos de ellos al menos, -sanidad y pensiones- , tienen una fuerte presión en los costes motivado por la evolución demográfica de las últimas décadas y otros factores. Introducir reformas, mejorar en la eficiencia, introducir hábitos saludables, incrementar la calidad de vida en nuestros mayores son algunas de las muchas tareas que no admiten demoras ni excusas. Esto no depende de crisis ni de presupuestos, depende de la voluntad de hacer frente a retos del siglo XXI con nuevas herramientas y nuevos enfoques.
Posponer la toma de decisiones sólo nos llevará a que cuando tengamos que hacerlo sea más urgente y complicado llevarlas a cabo. Sinceramente pensaba que ésta era una de las lecciones aprendidas en esta crisis. Pero no. Mientras tanto esperemos a ver el ranking de 2015. ¿Empeoraremos?
Muy cierto todo lo que dices, pero también me parece que algunas tablas de indicadores a veces no recogen la realidad o al menos, no se renuevan con la suficiente agilidad para recoger otros parámetros. Por ejemplo, tengo la impresión de que debería existir un antes y un después de la resolución del caso de ébola que hemos tenido en España. Es indudable que la sanidad española ha logrado un éxito sin precedentes en el mundo occidental y eso, deberíamos apreciarlo y contarlo.