Cuando llega el fin de semana buceo entre los artículos de opinión de las distintas cabeceras de la prensa nacional y local, intentando huir de la velocidad que marca nuestro ritmo diario. El pensamiento crítico es esencial y la cantidad de mensajes que recibimos en la actualidad nos está constantemente bombardeando, hasta el punto de que nos deja el tiempo justo para reflexionar. Así que mientras buceaba, sin prisa, entre las páginas de los diarios me encontré con esta sugerente tribuna en El País: “Pippi Calzaslargas contra Marx”.
El titular por sí solo ya llamó mi atención, pero fue la exposición ordenada de Víctor Lapuente y el uso de términos e ideas a los que yo recientemente había hecho referencia en mi entrada Miremos otras experiencias, lo que terminó de convencerme para que siguiera leyendo cada párrafo suyo.
En su exposición habla de un modelo de ‘flexiguridad’ que libere el potencial creativo de unos trabajadores públicos atados por regulaciones asfixiantes, reclama una transformación del funcionamiento del sector público y apunta a la priorización de la calidad y la eficiencia en la prestación de los servicios públicos por encima de los intereses de quienes los prestan y quién los presta. Nada diferente a lo que venimos reclamando desde el grupo Ribera Salud desde hace 16 años.
Así que con una sonrisa, provocada por la agradable lectura de este artículo me despido. Espero que la disfrutéis tanto como yo.
Muchas gracias por tu comentario Alberto!
A ti por seguir mi blog. Un saludo.
Sin duda que es necesaria y urgente la ‘flexiguridad’ ya que sin duda el trabajador público está enquistado y requiere de una actualización sin demora para un funcionamiento acorde a los tiempos que vivimos donde la calidad y eficiencia es la máxima.
Un saludo cordial.
Muchas gracias por tu comentario. Un saludo.