Las estrategias y los modos de quienes dirigen la política social y sanitaria de España apenas han cambiado en las últimas décadas, pero nuestra sociedad sí que lo ha hecho. Y, cuando tensas demasiado una estructura que ya es bastante rígida de por sí, puede romperse. Con 30 años de experiencia en la gestión sanitaria todavía me sigue sorprendiendo la superficialidad de muchos políticos al abordar temas tan complejos como la sanidad, el futuro de nuestras pensiones o la educación. Con el paso del tiempo, uno cree que lo ha visto y oído ‘todo’, hasta los planteamientos más absurdos como el que acaba de hacer un grupo político con respecto a las donaciones del dueño de Inditex, Amancio Ortega. Un argumento que, desde mi punto de vista, ha cruzado cualquier línea roja que será difícil de superar (aunque no pondría la mano en el fuego).