Microsoft, Ribera y Seattle

Lo primero que quiero hacer al iniciar la primera entrada a mi blog en este 2024 es desear un feliz año nuevo a quienes seguís este modesto rincón digital, en el que comparto mis experiencias y opiniones sobre el sector sanitario y sobre el sistema que debería cuidar de nuestra salud y bienestar.

Y la verdad es que no he podido empezar mejor el año. Tras mi breve visita la primera semana de enero al Hospital de Cascais, uno de nuestros proyectos más recientes -se incorporó a Ribera hace justo un año-, he tenido la oportunidad de ser invitado a conocer la sede global de Microsoft en Seattle y ver en primera persona todas las áreas de trabajo en las que está volcada hoy la que ya es la compañía más grande del mundo en capitalización bursátil. Esta visita tiene lugar después de la firma, el pasado mes de octubre, de un acuerdo estratégico entre el grupo sanitario Ribera y Microsoft, para el desarrollo de proyectos de investigación y la aplicación de tecnologías de vanguardia, como la Inteligencia Artificial (IA) Generativa o el machine learning, en el ámbito de la salud, con el fin de colaborar en la modernización y transformación de la atención sanitaria.

Esta visita ha sido una experiencia inmersiva y fantástica en la que he podido ver, escuchar y experimentar en primera persona algunos de los avances que más van a transformar la Sanidad del presente. Además, he tenido la oportunidad de conocer a algunos de los líderes mundiales en áreas tecnológicamente estratégicas, vinculadas a la Sanidad y que, en mi opinión, son los que están creando ahora mismo el futuro de la asistencia sanitaria.

El desarrollo y proactividad de áreas como las de ciberseguridad y cibercrimen, fundamentales para proteger la privacidad de nuestros pacientes y el día a día de nuestro sistema sanitario, son clave en la estrategia de empresas como Microsoft. Y he tenido la oportunidad de comprobar que, de su diligencia y capacidad de anticipación a las malas prácticas, sin duda nos beneficiamos todos.

Pero en lo que me gustaría centrar mi reflexión hoy es en el desarrollo de la IA aplicada al mundo de la salud desde distintas vertientes. Sin duda, comprobar en persona que una empresa como Microsoft apuesta, como eje estratégico, por la investigación y los nuevos desarrollos de la IA aplicados a la Sanidad es la evidencia de la clarividencia de Bill Gates hace apenas unos años, cuando avanzó que el sector sanitario iba a ser el más influenciado por esta tecnología. Bueno, pues el futuro ya es presente en muchos ámbitos de la Sanidad. En Ribera tenemos varios proyectos en marcha que tienen como base tecnológica la IA, como la cuidadora virtual Lola, que llama a los pacientes crónicos para comprobar sus constantes y aprende constantemente de sus respuestas para reportar cualquier incidencia en su bienestar; o el proyecto de teledermatología, para diagnosticar y tratar muchas lesiones en la piel, entre otros.

Pero tras mi visita a Microsoft en Seattle, en el corazón y el cerebro de sus desarrollos más recientes, he podido comprobar que la investigación e innovación en esta área no ha hecho más que empezar. Las aplicaciones de la IA en el ámbito del cuidado de la salud y el bienestar de la población son tan amplias, que los modelos predictivos y/o la tecnología analítica y generativa de datos a partir de la voz o las imágenes son solo el principio del futuro de la Sanidad, en relación con la IA. Nuevas líneas de desarrollo en Genética y Genómica abren, sin duda, horizontes que me atrevería a calificar de infinitos. Quién sabe. Es difícil predecir lo que está por venir.

Es evidente que estamos todavía en el inicio del proceso y que tenemos que resolver entre todos -administraciones, empresas tecnológicas y de salud, y la sociedad en general- muchas dudas y preguntas que, quizás, aún no tienen respuesta cierta. Pero es indudable que hemos iniciado una carrera imparable que, con las debidas medidas de seguridad, aportará muchos beneficios a los profesionales sanitarios y a la ciudadanía en general. Esta tecnología supone una ayuda sin igual para los profesionales de la salud, porque gracias a ella hoy ya pueden dar un mejor servicio, más rápido, efectivo y cercano a sus pacientes. Y como digo, esto no ha hecho más que empezar.

El análisis y tratamiento constante de datos de todo tipo, no solo numéricos sino también de historia clínica e imágenes, facilita un primer análisis objetivo que, por supuesto, los profesionales sanitarios tienen que verificar y modificar, en base a variables y condicionantes subjetivos que, de momento, ninguna tecnología puede analizar. Por eso el papel del profesional sanitario es y seguirá siendo clave en el cuidado de la salud de la población. Estoy convencido.

De hecho, en una de las sesiones de trabajo en la sede de Microsoft, nos definieron un concepto, el Copilot, que establece que el “piloto” de la acción siempre es el profesional -en este caso hablo de Sanidad, pero puede aplicarse en cualquier ámbito-. Sin embargo, se ponen a su alcance, de una forma sencilla y muy intuitiva, un conjunto de herramientas que le ayudarán a aplicar una Medicina más personalizada, de precisión y con más alcance, es decir, con más capacidad y facilidad de trasladar sus beneficios y aplicaciones a todo el mundo.

Volviendo en el avión después de esos días tan intensos en Seattle, siendo testigo directo de lo que se está haciendo allí, repasé los grandes cambios que, en mi opinión, han transformado la forma de vivir e interactuar de la humanidad en su Historia reciente. En el siglo XIX el mundo vivió la revolución industrial; y en el siglo XX muchos ya hemos conocido la revolución de las telecomunicaciones y el gran avance de los medios de transporte rápidos, que han hecho al mundo más pequeño. Ahora tengo claro que el siglo XXI será el de la revolución del conocimiento, un conocimiento que se va a universalizar, en este caso, provocando un cambio drástico en la sociedad aún más rápido que los anteriores.

Está claro que, a medida que evolucione la tecnología y las aplicaciones en el día a día de las empresas, las organizaciones y las administraciones, habrá que regular multitud de aspectos para garantizar la seguridad y la privacidad de los datos. Pero el futuro ya tiene titular y la IA está en él.

Quiero terminar esta entrada a mi blog agradeciendo al equipo de Microsoft en Seattle la oportunidad de esta experiencia y todos los aprendizajes que nos llevamos. Y en especial, al equipo de Microsoft en España, que preside Alberto Granados, y que ha visto en el grupo sanitario Ribera uno de sus aliados estratégicos, para trabajar juntos en desarrollos tecnológicos que, sin duda, redundarán en una mejor atención sanitaria de nuestros pacientes y en mejores y más eficaces herramientas de trabajo y para la toma de decisiones de nuestros profesionales. ¡Vamos a por un 2024 con nuevos retos y mucha ilusión!

2 comentarios en «Microsoft, Ribera y Seattle»

  1. Es una noticia bastante buena, que un directivo del ámbito de la sanidad, apueste firmemente por la IA aplicada al cuidado de las personas.
    Sería una fórmula a imitar por las actuales y futuras autoridades sanitarias de nuestro país .

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    • Muchas gracias, Manuel, por tus amables palabras. Creo que es nuestra obligación no solo estar al día, sino adelantarnos, en la medida de lo posible, a las necesidades de nuestros pacientes, para darles la mejor atención sanitaria posible. Un saludo.

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