Tribuna publicada en El Economista el 28 de abril de 2023
El sistema sanitario está en crisis y las administraciones parecen incapaces de reaccionar, más allá de algunas medidas coyunturales que ni mucho menos garantizan la sostenibilidad del sistema a medio plazo. La colaboración público-privada es un gran instrumento de presente y de futuro que permite ofrecer la mejor calidad en cualquier sector. En el sanitario, el grupo Ribera es pionero en la aplicación de este modelo de gestión. Gracias a los buenos resultados de salud, bajas listas de espera, renovación constante de tecnología e instalaciones y nuestra firme apuesta por la innovación y la investigación, Ribera es un referente en este modelo de colaboración, y hoy trabajamos con muchos países y regiones en el mundo que quieren transformar su Sanidad con nosotros.
Nuestro modelo es un caso de estudio en prestigiosas universidades como Harvard y Berkeley, y en los últimos 20 años, cientos de delegaciones internacionales han visitado nuestros hospitales y se han interesado por nuestro modelo de gestión y de salud poblacional, basado en la prevención, la predicción, la participación y la personalización. Todo ello ha ido configurando nuestro ADN de la internacionalización, plenamente integrado en Ribera, donde contamos con profesionales de 56 nacionalidades, en una plantilla de más de 9.000 profesionales trabajando en 12 hospitales, 64 centros de Atención Primaria y 35 clínicas, pero también en nuestra tecnológica Futurs, el laboratorio Ribera Lab o la central de compras. Todo ello y nuestra experiencia en centros sanitarios de países como Eslovaquia, República Checa, Portugal o Kuwait, nos convierte en un caso único de gran empresa sanitaria española experta en la gestión de la diversidad y la adaptación cultural. Nuestros profesionales han trabajado y se han integrado en equipos locales de multitud de países para implantar las ventajas del modelo de Ribera en esos centros sanitarios.
Y una vez puesto en valor lo que considero es uno de los principales logros del grupo Ribera, después de sus magníficos resultados de salud en la atención a los ciudadanos, con la máxima calidad y sin apenas listas de espera, es importante hacer un diagnóstico de la Sanidad actual. La pandemia del Covid ha tensionado gravemente el sistema sanitario y agravado los problemas que adolecía previamente, dejándonos con las mayores listas de espera de la Historia de España. Un total de 793.521 pacientes estaban en lista de espera para operarse en el Sistema Nacional de Salud (SNS) a finales de 2022 (un 12,28% más que en 2021), según el último informe de listas de espera publicado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El tiempo de demora para entrar al quirófano se situó en 122 días (9 días más que en 2021), aunque hay pacientes como los de Cirugía Plástica que esperan 242 días o de Neurocirugía, que tardan en ser atendidos 203.
Pero además de las vergonzosas listas de espera, seguimos sin abordar como sociedad los retos urgentes que amenazan la sostenibilidad del sistema sanitario: el envejecimiento poblacional y cronicidad de muchas patologías, la falta de profesionales, una Atención Primaria desbordada e infraestructuras obsoletas, por citar las más destacadas. Si el Covid nos ha enseñado algo es que las soluciones a los grandes problemas comunes, como los que tenemos en Sanidad, nacen de la colaboración público-privada. Ningún país avanzado apuesta únicamente ya por la fórmula de solo gestión política de lo público. Muchos apuestan por la profesionalidad y buena gobernanza de lo público. Todas estas dificultades se agravan en la Comunidad Valenciana, donde a día de hoy un total de 374.637 personas están en lista de espera para consultar a un especialista. Todo porque se ha apostado por el populismo, frente a los datos. Y la colaboración público-privada no se lleva bien con el populismo, que busca siempre dar soluciones fáciles a problemas complicados, frente a nuestra apuesta por la suma de conocimiento, recursos y profesionales, para buscar soluciones estructurales a los problemas complejos, con una visión a largo plazo.
No podemos gestionar como hace 50 años. Ni como hace 30. Y eso es lo que ha pretendido hacer el Gobierno valenciano de Ximo Puig durante los últimos ocho años, perjudicado gravemente a la Sanidad en esta región en muchos aspectos, pero de manera especial a los ciudadanos de las áreas de La Ribera y Torrevieja, tras el ataque a la colaboración público-privada en la asistencia sanitaria, que desembocó en ambos casos en la nacionalización de la gestión de ambos departamentos de salud. Todo ello, a pesar de encargar un Informe a la Sindicatura de Cuentas, organismo público de la propia Generalitat, sobre el modelo, y que refleja con datos una mayor satisfacción de los pacientes (85,5%), menos listas de espera (38 días frente a los 64 de ese momento) y un ahorro de 45 millones (30%) en el gasto público, por citar los indicadores más relevantes.
Sin embargo, el presidente Puig metió estas conclusiones tan contundentes en un cajón y apostó por la nacionalización del Hospital de La Ribera, demostrando su total falta de compromiso con los ciudadanos de esta zona. Más grave aún fue la decisión de revertir la gestión del Hospital de Torrevieja, porque en este caso, además tenía en su poder el nefasto resultado del paso a la gestión pública del Hospital de la Ribera, que a pesar de contratar a 800 profesionales y aumentar el gasto en casi 100 millones de euros, duplicó sus listas de espera. Las decisiones populistas del Gobierno valenciano en Sanidad han condenado a más de medio millón de personas a recibir una peor asistencia sanitaria y a que todos los valencianos asumamos un gasto extra de más de 200 millones de euros por su mala gestión y planificación, un importe que podría haber destinado a construir nuevos centros sanitarios, vivienda pública o colegios.
Por último, me gustaría explicar cómo en este entorno de crisis sanitaria y populismo imperante, la alianza con los profesionales es un eje básico para aportar soluciones a la Sanidad de la próxima década. Desde Ribera vamos a trabajar por crear esta alianza con los profesionales y darles el protagonismo que necesitamos para definir la Sanidad del futuro.