Pensé que en este blog no volvería a dedicarle más líneas al Departamento de Salud de La Ribera porque el pasado, pasado está. Pero la rueda de prensa del Comité de Empresa, celebrada el pasado martes, fue como un déjà vu. Oírles hablar, en los términos en que lo hicieron, del deplorable estado del centro y de las nefastas consecuencias de la reversión para los profesionales fue como volver a principios de 2018. Momento en el que una completa auditoría, encargada a una entidad independiente, advertía exactamente de los mismos problemas que los sindicatos denunciaron la semana pasada. Un informe que, por cierto, se trasladó a ese mismo comité, a la Conselleria de Sanidad y al mismo presidente de la Generalitat y… cayó en saco roto.